RELATO DE UN SOBREVIVIENTE
jueves, mayo 04, 2006
“Ha habido días en los que a esta hora me ha ido mejor”, comentaba un taxista mientras me llevaba a la estación de Transmilenio de la calle 146 el lunes. “A mí también”, le repliqué mientras pensaba con qué plata iba a almorzar ese día. Gracias a la ley de la contradicción que rige nuestras vidas, las calles estaban más tapadas que de costumbre; cuando llegamos, me di cuenta que este enorme vía crucis apenas empezaba. Una fila que subía el puente peatonal me esperaba, y mientras caminaba hacia ese patíbulo recordé que a los genios que manejan el transporte en Bogotá se les había ocurrido poner un sistema nuevo para identificar los buses rojos.
De vuelta quise quitarme la frustración y disfrutar de la otra cara de la moneda, entonces decidí montarme en un Fiat como del 75 que hacía las veces de bus improvisado cubriendo la ruta “Granahorrar”. Pero esos carros que sólo sacan en los paros son la peste, terminé con mareo de tanto moverme de arriba hacia abajo. Me bajé en el Parque Nacional y decidí salir a caminar y a respirar, y todo por ese tiempo tuvo sentido. Cuando veinte cuadras más al norte quise volver a un Transmilenio tenía ganas de fumar, pero como tenía tos –para colmo- me tocó comprarme algo muy ácido, por aquello de la ansiedad. Es allí cuando otro cliente no se por qué carajos dice que en TM ya no estaban vendiendo tiquetes. Mi terquedad me llevó a la estación como un pedazo de jamón a un perro hambriento, y la encontré ¡casi vacía! Pude montarme sentado, pero la maldita desinformación me hizo tomar un bus que paraba hasta Toberín, lo que significó seis mil pesos de taxi hasta mi apartamento y una neura de proporciones absurdas.
El martes tenía la duda sobre si valía la pena el esfuerzo de salir; una llamada me hizo tomar la decisión de hacerlo. La misma rutina del día anterior, aunque ya sabía qué bus tomar. Llegué, pero solo fuimos cuatro gatos a una clase y cinco a otra. De vuelta, dos horas esperando en el Museo del Oro, en las que floreció la idiosincrasia del capitalino: la ley del monte. Después de que me tocó empujar como a 100 personas porque era la tercera vez que no me daban paso, me metí a un bus en el que me tocó gritar para que la vieja de enormes y sebosas nalgas caminara tres pasos hacia el centro del bus y no estorbara con sus sobredimensionadas carnes a los pobres y macilentos mortales que sufríamos el hacinamiento que sus enormes dimensiones generaban.
7 Comments:
ANÓNIMO: Efectivamente, gustamos del caos y del absurdo. Lo que no se es si no salir era cuerdo o era una locura, eso había que verlo.
Pero fue para SALIR del bus y entrar a la estación.
dada la ausencia de buses hacia suba, Polo estaba completamente hacinada.
Topamos...
Para la encuesta:
¿Que impresión ha tenido usted acerca distanciamiento del Alcalde Luis Eduardo Garzón, de las directivas del partido "Polo Democrático Alternativo"?
TOPOSAURO: Pues en el fondo sí, aunque la neura que uno paga a cambio es cosa de locos...
Respecto a lo de Lucho la verdad me lo esperaba. Lucho fue elegido por un Polo al que no se había adherido el MOIR, de un polo menos heterogeneo y si se quiere menos "radical". En todo caso me parece una mala jugada del PDA de cara a las elecciones presidenciales, la impresión general es que Lucho manejó bien el paro -a mí me lo parece-, que ha sabido ponerse al frente de temas sensibles como TM o vendedores. Incluso la bancada peñalosista en el Concejo ha reconocido la mejora en cuestiones sociales, sobre todo en las localidades (de hecho hace tres años no había ninguna infraestrutura de servicios distritales en localidades como Kennedy, ahora se pueden hacer cosas como jornadas de vacunación, tomas barriales, etc.). En general me parece que hay la impresión de que Lucho se alejó de los pobres pero no creo que sea tanto así, lo que pasa es que una cosa es brindar infraestructura de servicios sociales y otra dejarse chantajear de los transportadores, y como los medios no van a Bosa o a Ciudad Bolívar a constatar que allá la cosa está un poco menos grave nadie se da cuenta.
Que buena crónica, ala.
Con su permiso, me gustaría incluir este en mi lista de blogs recomendados. Si tiene alguna objeción al respecto por favor hágamelo saber.